jueves, junio 23, 2005

pensemos ordenadamente. pen se mos ordenada mente. despacio. pero sin pausa. pausas. ¿hace cuánto que no me tomo una pausa? días. meses. casi un año. despacio. pensar. crisis existencial. ¿crisis de lor treinta? o de los veintisiete. ¿qué más me da si no voy a vivir más de esta vida y no voy a poder comparar? decidir es ordenar. puede ser un buen comienzo. o exactamente: para llegar hay que elegir un camino. y yo sólo estoy buscando el mío. reconstruyendo nuevamente. empiezo a hartarme de convertirme en el ave fénix otra vez para resurgir de mis cenizas. me cuesta más cada vez. estoy vieja o cansada o desilusionada. bueno, puede que no. no nos pongamos derrotistas. ¿dónde estábamos? para poder llegar hay que elegir un camino. el otro día me sorprendí a mí misma diciendo que no me gustaría levantarme a los treintaycinco diciendo que me he equivocado de camino. como si simplemente por pensar pudiera acertar. como si no hubiera cambiado de vida ya tantas veces como lo he hecho. pero esto llega más allá.
Pensemos ordenadamente. Primero tengo que tratar de establecer qué es más importante en mi vida. Ordenar. Clasificar. Método.
Va a ser más complicado de lo que me esperaba.

viernes, junio 10, 2005

Tecleó con rapidez en el móvil: "Te quiero mucho, cariño, ha sido un fin de semana inolvidable" y envió el mensaje. Oh, oh. Si, lo que ella temía. Quería mucho a Ramón, pero el mensaje no era para él. Se trataba de un conocido al que le había alquilado el piso hacía unos meses por un módico precio.
Después de unos segundos de duda, arregló la situación.
Mensaje para Ramón: "Disculpa, el anterior mensaje no era para ti. Espero que recibas uno igual muy pronto".

miércoles, junio 01, 2005

Yo sólo quiero contar historias.
Si alguien me pregunta qué deseo hacer con mi vida, siempre respondo la misma frase, mi credo.
Cantar, componer, escribir, filmar, editar, soñar, equivocarme. La imperfección forma parte de mi vida.
No necesito contar grandes historias. No puedo ser la mejor contando historias porque es imposible competir contra Aretha, contra Ernesto Sábato, contra Amenábar, contra Calamaro (a veces), contra Lorca, contra Unamuno, contra Hitchcock, contra tus sueños.
No puedo cumplir tus sueños. Sólo los míos.
Y los míos son sólo contar mis historias.