Existen límites y los respeto.
Y si no los respetas estás fuera.

Me sonrío cuando os veo, cuando veo la manera en que ella te mira y tú la miras. Cuando siento la calidez de sus abrazos, de sus palabras.

Hubo un tiempo en el que yo fui ella, la que te cuidaba, la que te abrazaba, la que te acariciaba, la que dormía contigo por las noches, a la que le ponías el pie encima de la pierna.

Ya no es ese tiempo y ahora me sonrío al ver todo lo que te quiere.
Porque de alguna manera te sigo queriendo, en la distancia. No eres para mí, finalmente. Pero me gusta verte así de feliz.

m dice:
XDDD
Eso es justo lo que me está apeteciendo a mí, fíjate
Echarme una especie de mezcla entre padre y oso pardo que me tenga como una reina y no dé la vara ni un minuto

Yo digo:
vale
me lo prestas si lo encuentras
jajajaja

m dice:
Hecho

Yo digo
y si encuentras a una tía que pueda follar sin traerse las maletas a casa
mejor

m dice:
Esas no existen
son como el unicornio blanco
leyenda

Entrábamos con unas bolsas del supermercado a casa mi amiga E y yo, que aún no conocía a mi gata, la peluda.
Nada más entrar la gata la miraba con desconfianza.
- No te preocupes.- dijo mi amiga E mirando a la peluda.- Yo no voy a quedarme a vivir aquí.

Aún me estoy riendo.

Nada como apretar el freno para, desde la perspectiva de un mundo detenido, en gesto de velocidad por un obturador demasiado rápido, congelar la realidad. La realidad, ese mundo que se escapa a raudales.
Entonces llega el silencio. Un silencio atronador. Un silencio de emociones, guardadas, estancadas, agazapadas, esperando a este momento para saltar con las uñas afiladas por delante.
No se puede escapar de un mundo con el freno echado. Sólo se puede sujetar los puños con fuerza, suspirar y cerrar los ojos. Soltar un padrenuestro entre dientes. Nada más.

Esto es lo que te espera cuando pares. Por eso engarzas una relación con otra, una historia con otra, una diversión con otra. Porque te temes a ti misma. Porque temes escuchar tus emociones rugiendo al fondo, mostrándote lo que no quieres ver.

Pero tarde o temprano te verás echando el freno.

Y cada día hay más emociones esperándote.

el enemigo está fuera, no dentro. las luchas personales no nos ayudan sino que nos dividen. recordemos para qué estamos en esto.

Cuando alguien ha pasado por encima de ti tantas veces es profundamente liberador pintar una línea azul en el suelo (no sé por qué me imagino con una brocha goteando con pintura azul en mis manos) y decir claramente: "hasta aquí".
Hasta aquí pasas.
A partir de aquí, lo siento mucho pero no.

Es liberador decir que no.

Es increíble todo lo que cabe en un lápiz, en una guitarra, en un ordenador, en una mente, en una vida, en una familia, en un abrazo, en un papel. Sólo debe de caer en las manos adecuadas.

"La mejor manera de descubrir si puedes confiar en alguien es confiar en él". Hemingway.

Por lo menos ahora me manejo en un mundo de certezas y no de posibilidades :)