Ahora lo entiendo todo.
Estos días tan movidos (me sentía como en una hormigonera) en lo que se iban desplomando todos los aspectos de mi vida y continuaba reconstruyendo estructuras sin cimientos era una manera de reiniciar.
No sé hacia dónde, pero es un nuevo inicio. Es tan estimulante como aterrador. Tan hermoso como vacío. Un espacio en blanco en el que comenzar a escribir.
Si es que existen a estas alturas los espacios en blanco.
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