Techo, comida y ropa. Y tarjeta de visita. Piso. DVD. Televisión. Comer fuera. Coche. Luz. Agua. Teléfono. Adsl. Móvil.
Uno empieza a trabajar en lo que no le gusta para mantener los gastos indispensables y acaba edificando una enorme valla electrificada de gastos que hacen imposible trabajar en lo que a uno le gusta.
No soy feliz en mi trabajo. No porque tenga un jefe que a veces me putee, que lo hace, como todos. No por el estrés de mi trabajo, que lo tiene, como todos. Sí por la falta de tiempo. Por la falta de ganas. Por la energía que me absorbe de la que necesito para hacer aquello que sueño. Porque no quería llevar esta vida, pero lo material me ha llevado a este sitio.
Me he dejado atrapar.
Y ahora ando buscando una salida.