sábado, enero 29, 2005

No deberían enseñar la palabra felicidad. Toda la vida buscándola, toda la vida intentando reconocerla en cada momento y jamás nos explicaron cómo encontrarla.

Mi abuelo, en un arrebato de furia contra el mundo. Nada grave.

viernes, enero 28, 2005

Me siento alivida. Ayer, a la vuelta de una reunión, comenzaron a juntarse palabras de manera espontánea. Se dibujaron frases en mi mente. Todo cobraba sentido, puesto que por fin descubrí el tema de lo que canto en la segunda de las canciones sin letra.
Fue tan sencillo como abrir la puerta de casa, abalanzarme sobre un boli y escribir de corrido la nueva letra.
Ansiedad 4- E 2.

miércoles, enero 26, 2005

se me olvidaba un pequeño detalle. Ha vuelto.
Cómo no escribir una letra
La presión me atenaza. El productor a la escucha y exige cinco temas, cinco singles para una grabación de presupuesto elevado, que no ilimitado. Esta mañana intento dar letra a tres temas sin letra que se rebelan en el fondo del armario. Saco la guitarra. La aporreo. Por favor, sinónimos de miedo, de silencio, de deseo, decir follar con elegancia aunque salgan obscenidades que rimen en a. La presión me atenaza y escribo palabras encadenadas sin sentido. Trato de echar mano de recuerdos desdibujadois en cuadernos viejos. Guardo la guitarra. Escucho versiones sin letra. Trato de concretar sílabas que cuadren con los golpes de voz de las grabaciones, esta vocal no me permite subir el tono.
La presión me atenaza. Leo los cuadernos y río y lloro con recuerdos de personas con las que ya no me hablo. Me despierto a ratos en un febril intento de organizar ideas en diez documentos de word sin sentido basados en lo más brillante que escribí hace años, en los cuadernos.
Saco la guitarra. La guardo. Junto letras, palabras. Emborrono hojas por el suelo. Busco un café en la cocina. Escucho otros grupos, intento recordar qué dicen las letras de los demás. para qué sirven las letras.
Canto al amor, a personas admiradas, al desamor, a los muertos, a los sueños al desengaño. Está en tono mayor pero es triste, amarguemos el final en la última estrofa.
Y de repente brilla algo en mi cabeza. Lo veo claro. Tan sólo encontrar el modo de expresarlo. Persigo a la musa por la habitación, a lo largo de la calle, el barrio, la ciudad entera. Pero la muy puta siempre se me escapa.
Me marcho enfadada de mis veinte metros cuadrados para que me de el sol en la cabeza.
Regreso al cabo de un rato. El campo de batalla plagado de cuadernos abiertos, hojas rotas, bolígrafos. La guitarra me mira asustada, incrédula, desde el sofá.
Pero la búsqueda de la musa ha dejado unos rastros emborronados en una hoja y se parece levemente a aquello que vi tan claro hace una hora. No es perfecto, la perfección no existe en este mundo, pero sí es aquello que sentí en ese momento.
La presión me atenaza un poco menos.

lunes, enero 24, 2005

El mundo se rige por las normas del miedo. Miedo a estar sola. Miedo a morir. Miedo a no llegar a fin de mes. Miedo a tener demasiado dinero. Miedo a olvidar las cosas importantes. Miedo a caerse (después miedo a levantarse). Miedo al vacío. Miedo a aprender demasiado despacio, a aprender demasiado deprisa, a no aprender, a perder la espontaneidad. Miedo a ser joven, viejo. Miedo a la inexperiencia. Miedo a la experiencia. Miedo a tener, a perderlo, a ganarlo, a no ser suficientemente bueno para merecerlo. Miedo a las oportunidades. Miedo al silencio. Miedo a hablar en exceso. Miedo a ser comprendido. Miedo a ser demasiado claro. Miedo a los plazos del banco. Miedo a que el cielo caiga sobre la cabeza.
Todo se relaciona con la culpa (sutil instrumento de control que nos inculcan en sociedades de orientación cristiana). Todo se relaciona con sentirnos torpes, estúpidos.
Y acabamos culpables de ser cobardes por no preguntar a tiempo con tal de no parecer tontos.

sábado, enero 22, 2005

Esto es de lo mejor que he leído últimamente. Besazo a Onthe (ahora NumberNine) que está pasando una mala y fría época al otro lado del charco. Aunque la muy perra va a conocer en unas horas a las nenas de The L Word.

jueves, enero 20, 2005

Ayer me sorprendió leer una nota en un coche aparcado justo delante de la salida de un aparcamiento de un chalet. La acera frente al aparcamiento estaba rebajada y pintada de rojo y blanco. "Cuando pague por la placa municipal yo dejaré de aparcar aquí", decía la nota.
Hay que tener muy mala leche para hacer eso.
Esto me recuerda a una anécdota en Pamplona. En una de las calles del centro sólo cabía una línea de coches aparcados que, por una extraña regulación, se situaba cada semana a un lado de la calle. Las semanas impares al lado izquierdo, las pares al derecho. Un vecino tuvo una trifulca con una aparcacoches por una multa que consideraba injusta y, el domingo a las doce y un minutos de madrugada, ya en lunes, cambió su coche de lado. Según regulaba la legislación de tráfico en la calle. No podían multarle, porque seguía la ley. Fue muy divertido ver a la grúa cambiando de lado a todos los coches a lo largo de la calle.

domingo, enero 16, 2005

- De veras que no es igual la música que se escucha para planchar que la música para limpiar.
La chica asintió tomando mentalmente nota del asunto. Al día siguiente se presentó con dos cintas, tituladas "música para planchar" y "música para limpiar".

Estoy elaborando un recopilatorio para levantarme por las mañanas sin lágrimas. "Música alegre para días triste". ¿Sugerencias para mis grabaciones?

viernes, enero 14, 2005

Por amor al comercio voy a cruzar ese puente
por amor al comercio voy a cuidar de este dolor...
(esclarecidos)

Hoy el mundo parece menos gris a ratos, depende de la música que acompaña en el metro, del sol que acaricia mi piel por la calle. De la montaña rusa que me alza y me estrella contra el suelo. Del sabor del chocolate con capuccino. De las charlas amables.
Ahora tengo tiempo para pararme a admirar aquello que sucede a mi alrededor. Tengo tiempo de ver las estrellas sin angustia sobre edificios majestuosos que apenas observo en mis trayectos cotidianos. Puedo disfrutar de mi momento de hipersensibilidad sintiendo la subida al estribillo de "She has no time" de Keane.

Voy a cuidar de este dolor con mucho cariño, pidiendo los abrazos que necesito, aislándome de los discursos tristes, dejando que el sol y las sonrisas sanen la herida.

jueves, enero 13, 2005

Se ha ido. Cabalgo entre el alivio y la desesperación. Porque las paredes hablan de ella, los libros me cuentan anécdotas, su olor aún no se ha ido de la casa. Sigo caminando en el abismo de preguntas sin respuestas (a punto de naufragar este sábado en islas exóticas), entre miedos, recovecos que parecían cuevas.
Duele. Pero ya obtuve en otras ocasiones el mapa de este dolor, sé navegar por él. Sólo cuestión de tiempo. Algún día me levantaré con las cuestiones resueltas. Y, como siempre, será demasiado tarde.

lunes, enero 10, 2005

Frases de la semana:
- Se me está regenerando el himen (mi amiga Cris, que anda muy necesitada).
- Para llegar a ser un canalla sólo me falta beber y estar con muchas chicas (mi amigo Paco, en un intento por convertirse en quien no es).