miércoles, mayo 30, 2012

No fui consciente del peligro que podía acecharme realmente hasta la noche anterior, momento en el cual comenzaron a vagarme por la cabeza, en el estado de duermevela de preocupaciones de madrugada, todas las posibles desgracias que podían acontecerme al viajar sola. Sola. Con una guía, un billete de avión, la primera noche de hotel y nada de preparación.
Me puse las vacunas un par de semanas antes. Y si digo que en los cuatro últimos días me hice todas las revisiones de buceo y actividades varias no mentiría.

La verdad es que el viaje ha sido de los más tranquilos que he vivido, conociendo de verdad un país maravilloso, con personas con las que he compartido poco, mucho. Pero ante todo me ha permitido sentirme como una superviviente. Como alguien que es capaz de buscarse la vida sola en cualquier lugar del mundo. Como alguien que decide dónde quiere ir, qué desea hacer, qué persona quiere ser. El viaje me permitió imaginarme una vida fuera de Madrid, fuera de la esfera confortable de la familia, los amigos, los lugares conocidos, las expectativas.

Y a mi regreso, fui consciente de que el verdadero peligro real en una vida está precisamente en esa vida confortable. En esos lugares conocidos.

Y tú, ¿también vives la vida que quieres vivir?

sábado, mayo 26, 2012

Para no repetir la misma historia hay que introducir elementos diferentes.

domingo, mayo 20, 2012

Es como correr bajo la lluvia , en círculos, en un jardín en verano. Por el simple placer de mojarse, de sentir el olor de la hierba mojada, el frío mientras se va erizando la piel y una amplia sonrisa en la cara.
Alivio.


sábado, mayo 12, 2012

Responsabilidad no es lo mismo que culpabilidad. Unx es culpable y lo es cada vez que recuerda haber cometido un acto de un modo que no le gusta. Unx es responsable cuando acepta que lo ha realizado y se atiene a sus consecuencias.

Todxs somos responsables de nuestras vidas, aunque a veces queramos hacer a los demás culpables de las cosas malas que nos hacen vivir. Que indudablemente el mundo está poblado de personas indeseables, pero la responsabilidad de mantener a esas personas en nuestro mundo cercano es inexcusablemente nuestra en aquellos ámbitos personales en los que tenemos decisión sobre quiénes lo integran.

Y dicho esto, estoy feliz.