Un vídeo ENORME

Tengo casa.
Mi casa, mi espacio, mis dos habitaciones, con mi cocina, con suficiente espacio para todas mis cosas.
Echaba de menos mi territorio.

Mi amiga era tremendamente hábil negociando ante su nuevo novio:
- ¿Y entonces... Te parecería bien que, quizá, pudiéramos acostarnos con otras personas?
- Esto es muy sencillo. Si tú te acuestas con alguien que no soy yo, me follaré a tu mejor amigo.

Sonaba a duras penas la canción en un portátil mientras nos hacía cantar la letra que proyectaba en la pared.
Fue el inicio de un cambio. Aún no sé hacia dónde me lleva.

En fase de análisis:

¿Y por qué estoy en activismo después de todo?
Porque hay muchas personas que merecen la pena.
Por los que vienen con los ojos vidriosos, esperando una respuesta acerca de por qué uno no tiene que servir a sus etiquetas, sino vivir.
Por ese secreto que te confiesan por primera vez y encuentras la manera de buscar ayuda.
Por las personas que aprenden palabras nuevas y comprenden que no están solos.
Por escribir un trocito de historia del cambio.
Por los mails de agradecimiento y los abrazos y las sonrisas.
POr las cañas al salir de la actividad.
Porque siempre queda algo por solucionar.
Por aquel libro de teoría que queda por leer, por ese taller que aún no se ha impartido, por ese tema en el que aún no he investigado lo suficiente.
Por ese grupo bi tan maravilloso con el que trabajo, porque son grandes personas de las que aprendo, a las que admiro y con las que crezco.

Porque me hago responsable del cambio que me ha tocado generar.
Porque si lo hago bien, vendrán otras personas detrás de mí.

No gana quien es más fuerte, ni más inteligente, ni mucho menos quien es mejor.
Gana quien resiste, quien reúne los apoyos suficientes, quien pelea.

Como diría Angy, yo me quedo hasta que deje de pasármelo bien. Y cuando llegue ese momento, será el punto perfecto para dejarlo.

Encantada con este vídeo.