Volviendo a la superficie...
Regresando al mundo real.
El domingo, en el viaje de regreso a Madrid desde el pueblecito navarro en el que se ofició el funeral, recibimos una llamada de la madre de ELLA. El padre de ELLA estaba en urgencias. Así que llegamos a Madrid directamente al hospital, para escuchar un diagnóstico muy duro.
Al día siguiente el padre de ELLA protagonizó una recuperación milagrosa que los médicos aún no se explican. Está vivo y no le quedarán secuelas.
Todavía me cuesta ver las cosas de Iñaki y hacerme a la idea de que ya no volveré a verle jamás. En el funeral me lo imaginé en una esquinita, consolando a su madre, llorando él también y riendo. Aún recuerdo el momento en el que el cura leyó una carta de la prima de Iñaki, la voz quebrada, la cara sorprendida de los presentes ante la frase: "cuando Iñaki se vestía de drag queen". Un pequeño gran logro en la casa del Señor de la Iglesia que nunca quiso aceptarle.
miércoles, septiembre 29, 2004
viernes, septiembre 24, 2004
Quiero vivir esa nueva vida a tu lado. Verte sonreir de nuevo con cada día que amanece, correr contigo por los caminos de tu valle. Las pisadas tan conocidas, la hierba que acaricia tus zapatos, la risa cantarina que acuna mis sueños.
Quiero leer , a tu lado, todos aquellos libros cuyas palabras no juntaste. Quiero admirar todas tus obras, la manera en la que hablabas, la dulzura en tus gestos, cada segundo siempre atento a los detalles que yo pasaba por alto.
Quise aprender de tu generosidad, de tus ganas. De esa nueva vida que vivirías después de la operación, con cien kilos menos, la cabeza llena de pájaros de un futuro sin definir. Tantos planes...
Todo lo que quiero ya no es posible.
Y te echaré de menos.
Quiero leer , a tu lado, todos aquellos libros cuyas palabras no juntaste. Quiero admirar todas tus obras, la manera en la que hablabas, la dulzura en tus gestos, cada segundo siempre atento a los detalles que yo pasaba por alto.
Quise aprender de tu generosidad, de tus ganas. De esa nueva vida que vivirías después de la operación, con cien kilos menos, la cabeza llena de pájaros de un futuro sin definir. Tantos planes...
Todo lo que quiero ya no es posible.
Y te echaré de menos.
Quiero vivir esa nueva vida a tu lado. Verte sonreir de nuevo con cada día que amanece, correr contigo por los caminos de tu valle. Las pisadas tan conocidas, la hierba que acaricia tus zapatos, la risa cantarina que acuna mis sueños. Quiero leer , a tu lado, todos aquellos libros cuyas palabras no juntaste. Quiero admirar todas tus obras, la manera en la que hablabas, la dulzura en tus gestos, cada segundo siempre atento a los detalles que yo pasaba por alto. Quise aprender de tu generosidad, de tus ganas. De esa nueva vida que vivirías después de la operación, con cien kilos menos, la cabeza llena de pájaros de un futuro sin definir. Tantos planes... Todo lo que quiero ya no es posible.
Y te echaré de menos.
Y te echaré de menos.
domingo, septiembre 19, 2004
miércoles, septiembre 15, 2004
La noche antes de entrar en el estudio de grabación recibí un enigmático mensaje. "Te quiero". Sin firma. De un remitente desconocido. Probé a buscar el número entre todos los de mi agenda, pero no lo encontré.
Resulta extraño que alguien que no conoces te envíe un mensaje de esas características, seguramente confundió una tecla con otra y el resultado me llegó a mi. Casi sentí que violaba la intimidad de otra persona.
El mensaje ni dolió ni ofendió puesto que yo me siento querida, no quiero ni imaginar los estragos que hubiese causado esa frasecita en otros momentos más solitarios de mi existencia.
Pero ahí me pregunto otra serie de cuestiones. ¿Quién sería el remitente? ¿A quién iría dirigido? ¿Supone este mensaje el cambio del curso de una historia?
Quizá era la reconciliación entre dos enamorados. Quizá un mensaje rutinario, establecido a unas horas determinadas para garantizar la perpetuación del amor. Quizá fuese entre amigos o entre familiares. O quizá de algún/a tímido/a que tras una tarde intentando decir esas dos palabras hubiera recurrido a la distancia del sms, una única oportunidad sin respuesta, fallida por los azares de la telefonía móvil.
Tan sólo espero que el remitente vuelva a decirle que le quiere a quien se lo envió, que lo haga todos los días.
Creo que nunca volveré a confiar en estos artilugios electrónicos para momentos decisivos.
Resulta extraño que alguien que no conoces te envíe un mensaje de esas características, seguramente confundió una tecla con otra y el resultado me llegó a mi. Casi sentí que violaba la intimidad de otra persona.
El mensaje ni dolió ni ofendió puesto que yo me siento querida, no quiero ni imaginar los estragos que hubiese causado esa frasecita en otros momentos más solitarios de mi existencia.
Pero ahí me pregunto otra serie de cuestiones. ¿Quién sería el remitente? ¿A quién iría dirigido? ¿Supone este mensaje el cambio del curso de una historia?
Quizá era la reconciliación entre dos enamorados. Quizá un mensaje rutinario, establecido a unas horas determinadas para garantizar la perpetuación del amor. Quizá fuese entre amigos o entre familiares. O quizá de algún/a tímido/a que tras una tarde intentando decir esas dos palabras hubiera recurrido a la distancia del sms, una única oportunidad sin respuesta, fallida por los azares de la telefonía móvil.
Tan sólo espero que el remitente vuelva a decirle que le quiere a quien se lo envió, que lo haga todos los días.
Creo que nunca volveré a confiar en estos artilugios electrónicos para momentos decisivos.
Cópienme.
Les ruego encarecidamente que lo hagan. Ya he asumido que jamás llenaré ningún estadio, que nadie coreará mis canciones salvo ustedes (mis amigos), que tendré que pagar por ensayar, por mis instrumentos, por mis grabaciones, por tocar... Así que , por lo menos, denme una oportunidad.
Descarguen en el emule: "nara-sola". Y si les gusta aplaudan. Aunque jamás llegue a escuchar esos aplausos en directo.
Ahora es cuando tendría que contar aquello de que "lo grabamos en cinco horas, la mezcla no es definitiva, hay carencia de medios...". No voy a hacerlo. Si nos hubiera grabado Sony sonaría mucho mejor, pero de momento, la música es tan sólo un hobby.
Un hobby maravilloso.
Les ruego encarecidamente que lo hagan. Ya he asumido que jamás llenaré ningún estadio, que nadie coreará mis canciones salvo ustedes (mis amigos), que tendré que pagar por ensayar, por mis instrumentos, por mis grabaciones, por tocar... Así que , por lo menos, denme una oportunidad.
Descarguen en el emule: "nara-sola". Y si les gusta aplaudan. Aunque jamás llegue a escuchar esos aplausos en directo.
Ahora es cuando tendría que contar aquello de que "lo grabamos en cinco horas, la mezcla no es definitiva, hay carencia de medios...". No voy a hacerlo. Si nos hubiera grabado Sony sonaría mucho mejor, pero de momento, la música es tan sólo un hobby.
Un hobby maravilloso.
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