Tecleó con rapidez en el móvil: "Te quiero mucho, cariño, ha sido un fin de semana inolvidable" y envió el mensaje. Oh, oh. Si, lo que ella temía. Quería mucho a Ramón, pero el mensaje no era para él. Se trataba de un conocido al que le había alquilado el piso hacía unos meses por un módico precio.
Después de unos segundos de duda, arregló la situación.
Mensaje para Ramón: "Disculpa, el anterior mensaje no era para ti. Espero que recibas uno igual muy pronto".
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