Quiero la luz de los parques a medianoche. Reír hasta que me duela el estómago (y tenga agujetas). Quiero el cine. Respirar música por los poros. Filosofar sobre tonterías. Quiero probar platos que aún no conozco para exclamar que me gustan. Quiero Madrid en todas sus formas.
No quiero discutir. Ni darle vueltas a las cosas hasta racionalizarlas. No quiero nombres, ni etiquetas, ni mapas. Ni mucho menos una "relación". Ahora no necesito nada más.
¿Hay alguien que quiera lo mismo ahí fuera?
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