Con vivos, muertos, brindando juntos. Haciendo balance de un año terrible, maravilloso, en el que sigo viva.
(lamento la foto terrible, pero no podía resistirme a incluir la canción)
AÑO NUEVO- VETUSTA MORLA
No podré contar
qué ocurrió ayer,
fue hace tanto tiempo
que el sol se ha vuelto a poner.
Embobado, insomne,
acaricio la piedra que encontré.
Todos duermen pero ella,
con el ruido, no la pudo ver.
Con vivos, muertos, brindando juntos
por un año más, un año menos
que dolerse de esta herida y de esta luz.
Ella llegó tarde, no vio a nadie,
fue directa a dormir.
En vez de su piedra
encontró una fiesta en su salón.
Con vivos, muertos, brindando juntos
por un año más, un año menos
que dolerse de esta herida y de esta luz.
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, con muertos ...
Con vivos, muertos, brindando juntos
por un año más, un año menos
que dolerse de esta herida y de esta luz.
Con vivos, muertos, brindando juntos,
un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz.
miércoles, diciembre 31, 2008
martes, diciembre 30, 2008
El otro día conocí a una chica con un móvil con llamadas entrantes restringidas a una lista de 64 números.
Queda limitada por sus padres, por su móvil de empresa a 64 números entrantes. Sin llamadas de teleoperadoras a la hora de la siesta. Sin llamadas de “Te quiero” desde una cabina o un número desconocido, confundido. Sin todo el azar fruto de malas combinaciones con los dedos.
Números previamente aprobados, pactados, cerrados, que dejan un espacio telefónico comprimido, sin aire. Para incluir una nueva persona debe retirar a alguien de los existentes. ¿Bajo qué criterio? ¿Los números de más minutos? ¿La asiduidad de la comunicación? ¿Y si precisamente se evita esa llamada maravillosa de reencuentro? ¿O de necesidad de ayuda?
En los últimos dos años he cambiado tres veces de casa, dos de teléfono fijo y cuatro de móvil. ¿No habré hecho yo algo similiar? ¿No habré dejado llamadas pendientes, con la fría voz de movistar informando sobre que “ese abonado ya no existe”?
Queda limitada por sus padres, por su móvil de empresa a 64 números entrantes. Sin llamadas de teleoperadoras a la hora de la siesta. Sin llamadas de “Te quiero” desde una cabina o un número desconocido, confundido. Sin todo el azar fruto de malas combinaciones con los dedos.
Números previamente aprobados, pactados, cerrados, que dejan un espacio telefónico comprimido, sin aire. Para incluir una nueva persona debe retirar a alguien de los existentes. ¿Bajo qué criterio? ¿Los números de más minutos? ¿La asiduidad de la comunicación? ¿Y si precisamente se evita esa llamada maravillosa de reencuentro? ¿O de necesidad de ayuda?
En los últimos dos años he cambiado tres veces de casa, dos de teléfono fijo y cuatro de móvil. ¿No habré hecho yo algo similiar? ¿No habré dejado llamadas pendientes, con la fría voz de movistar informando sobre que “ese abonado ya no existe”?
martes, diciembre 23, 2008
Ahora lo entiendo todo.
Estos días tan movidos (me sentía como en una hormigonera) en lo que se iban desplomando todos los aspectos de mi vida y continuaba reconstruyendo estructuras sin cimientos era una manera de reiniciar.
No sé hacia dónde, pero es un nuevo inicio. Es tan estimulante como aterrador. Tan hermoso como vacío. Un espacio en blanco en el que comenzar a escribir.
Si es que existen a estas alturas los espacios en blanco.
Estos días tan movidos (me sentía como en una hormigonera) en lo que se iban desplomando todos los aspectos de mi vida y continuaba reconstruyendo estructuras sin cimientos era una manera de reiniciar.
No sé hacia dónde, pero es un nuevo inicio. Es tan estimulante como aterrador. Tan hermoso como vacío. Un espacio en blanco en el que comenzar a escribir.
Si es que existen a estas alturas los espacios en blanco.
domingo, diciembre 21, 2008
miércoles, diciembre 17, 2008
La emoción de crear (o mi relación tormentosa con la música).
Después de múltiples charlas tras el desastre fin de grupo, gestionado fatal por todos los miembros y causando demasiadas víctimas colaterales, demasiados orgullos heridos por diferentes razones, he llegado a varias conclusiones:
1.No creo que jamás vaya a vivir de esto. Y tomármelo como una obligación o un fin en sí mismo sería tan nocivo como decir que en diez años me quiero parecer físicamente a Sharon Stone. Un suicidio. No soy ni tan buena como muchos, ni tan mala como otros que viven de esto, pero voy a ser realista.
2.Quiero divertirme. Si no va a darme de comer, quiero disfrutar. Sigo en esto por la emoción de crear, la emoción de los conciertos, la adrenalina de los ensayos. Basta de buscar la perfección. No estoy en la tierra de las últimas oportunidades, estoy en el momento de disfrutar de quién soy. Y soy músico, aunque me duela, aunque no sea la época, ni el momento para esta profesión/vocación que me persigue cuando dejo de tocar.
3.Debo acompañarme de personas con estas mismas ideas. Para no confundir los conceptos, para no perseguir fantasmas de otros.
Sigo en esto por la emoción de crear. Cualquier otra idea es sólo un espejismo.
Después de múltiples charlas tras el desastre fin de grupo, gestionado fatal por todos los miembros y causando demasiadas víctimas colaterales, demasiados orgullos heridos por diferentes razones, he llegado a varias conclusiones:
1.No creo que jamás vaya a vivir de esto. Y tomármelo como una obligación o un fin en sí mismo sería tan nocivo como decir que en diez años me quiero parecer físicamente a Sharon Stone. Un suicidio. No soy ni tan buena como muchos, ni tan mala como otros que viven de esto, pero voy a ser realista.
2.Quiero divertirme. Si no va a darme de comer, quiero disfrutar. Sigo en esto por la emoción de crear, la emoción de los conciertos, la adrenalina de los ensayos. Basta de buscar la perfección. No estoy en la tierra de las últimas oportunidades, estoy en el momento de disfrutar de quién soy. Y soy músico, aunque me duela, aunque no sea la época, ni el momento para esta profesión/vocación que me persigue cuando dejo de tocar.
3.Debo acompañarme de personas con estas mismas ideas. Para no confundir los conceptos, para no perseguir fantasmas de otros.
Sigo en esto por la emoción de crear. Cualquier otra idea es sólo un espejismo.
miércoles, diciembre 10, 2008
miércoles, diciembre 03, 2008
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