sábado, mayo 29, 2010

Hoy es el día en el que dejo el drama atrás. Dejo de autocompadecerme.
Hoy es el día en el que mi blog deja de ser un catálogo de quejas y de problemas.

Yo no soy esta persona de los últimos meses.

Voy a recuperar mi vida.

http://www.youtube.com/watch?v=tmjPrdTNxQ0

Nadie dijo que fuera fácil.

jueves, mayo 27, 2010



Porque ser valiente no es solo cuestión de suerte.

Que termine esta función.

miércoles, mayo 26, 2010

hay días en los que necesito un abrazo. sentirme arropada. escuchar su voz tranquilizadora, con el mensaje de que va a ir todo bien. el olor de su pelo.
un momento de pausa en el mundo en instantes en lo que me gustaría es marcharme muy muy lejos, abandonarlo todo.

hoy es uno de esos días.

jueves, mayo 20, 2010

Es más fácil lidiar con los hechos negativos que con la incertidumbre.

Lo negativo existe, se puede solucionar (o no) y como hecho real permite cuando menos establecer un plan de acción.

La incertidumbre es el miedo ante lo posible. Sólo se soluciona con el tiempo. Uno puede establecer un plan de acción pero frecuentemente equivocado.

Cómo convertir la incertidumbre en certidumbre...
Tic tac.
Lo único bueno de equivocarse es que se aprende.

lunes, mayo 10, 2010

Una cama de 80cmX1,90 siempre me había parecido un elemento incómodo.

Hoy, una forma más de estar cerca.

viernes, mayo 07, 2010

Tenía 5 años y había sol y sujetaba un renacuajo entre mis manos. Al principio no quería tocarlo, porque la piel resbaladiza me recordaba a las de las serpientes; pero luego no podía soltarlo.
Era mi renacuajo. Creo que incluso le puse nombre.
Como se movía lo iba apretando cada vez más y más fuerte. Era mi renacuajo y quería quedarme con él. No quería que se escapase.

Una hora después mi madre me quitó su cadáver de las manos:
- Lo has apretado demasiado fuerte. Por mucho que lo aprietes no vas a lograr que no se escape, sólo matarlo. Es mejor abrir la mano para dejarle aire suficiente para respirar.

Mucho más tarde aprendí que no sólo basta con abrir la mano para dejar aire, sino abrirla del todo para que cada vez que mires a tu lado, la persona que te acompaña siga ahí porque lo desea. Porque podría marcharse, pero prefiere quedarse contigo.