Cuando desaparece el ruido, la algarabía de la gente, los planes a medio cumplir se desdibujan, cuando el dolor de lo que me gustaría que hubiese sido se marcha... Quedo yo.
Y es estupendo. Porque me encanta mi vida, me encanta quién soy, porque soy una persona feliz. Porque no necesito a nadie para ser quien soy.
Porque he aprendido a dejar marchar y porque me quiero.
Y es estupendo. Porque me encanta mi vida, me encanta quién soy, porque soy una persona feliz. Porque no necesito a nadie para ser quien soy.
Porque he aprendido a dejar marchar y porque me quiero.
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