domingo, febrero 08, 2009

Es difícil traducir esta intensidad en palabras.
Pero me siento suya, con los ojos vidriosos, las manos con las muñecas hacia arriba, la respiración agitada. Hasta que rompo a llorar.
Lágrimas como cuando vi el primer cuadro de Hopper en el Whitney Museum nada más salir del ascensor.

Comienzo a comprender.

Y solo puedo agradecer esta intensidad que sin Usted sería imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario