Negación. Ira. Negociación. Depresión. Aceptación.
Adaptándome a cada una de las 5 fases. A veces incluso he pasado por el ciclo completo en una misma hora, alternando ira con tristeza, negociando y aceptando, no aceptando, enfadándome pero negando. Es un cóctel molotov de hormonas o más bien de síndrome de abstinencia de hormonas.
Cuando he caído en la cuenta, he comprendido mi extraño comportamiento de estas últimas tres semanas. Mi mente ha decidido que está en duelo.
Duelo de saudades, dice mi amiga I. Saudade es un término portugués/gallego que se refiere a un sentimiento de nostalgia de alguien amado que está a distancia temporal o espacial. Aunque no exista traducción fidedigna al castellano, mi mente lo comprende perfectamente. Mi amiga I lo traduce como algo que podría ser pero no es. Mi mente, la pobre, sólo intenta adaptarse a la situación sin enloquecer (más).
Desde hace un par de días me he quedado a vivir en las últimas dos fases. Tristeza y aceptación. Acepto que las cosas no son como me gustaría que fuesen y eso me entristece. Pero las cosas son como tienen que ser, como pueden ser. Aquí cada unx actúa lo mejor que puede.
"El final también es un principio. Sobre todo si estás tú al pasar la página", decía Manu Míguez en un concierto. Y en esas se halla mi mente, tratando de prepararse por si la próxima página está en blanco, en vez de encontrarte de regreso. Pero si es así, es que esto no tenía que ser.
Aceptando...
(y aprendiendo una barbaridad de cosas por el camino).
Adaptándome a cada una de las 5 fases. A veces incluso he pasado por el ciclo completo en una misma hora, alternando ira con tristeza, negociando y aceptando, no aceptando, enfadándome pero negando. Es un cóctel molotov de hormonas o más bien de síndrome de abstinencia de hormonas.
Cuando he caído en la cuenta, he comprendido mi extraño comportamiento de estas últimas tres semanas. Mi mente ha decidido que está en duelo.
Duelo de saudades, dice mi amiga I. Saudade es un término portugués/gallego que se refiere a un sentimiento de nostalgia de alguien amado que está a distancia temporal o espacial. Aunque no exista traducción fidedigna al castellano, mi mente lo comprende perfectamente. Mi amiga I lo traduce como algo que podría ser pero no es. Mi mente, la pobre, sólo intenta adaptarse a la situación sin enloquecer (más).
Desde hace un par de días me he quedado a vivir en las últimas dos fases. Tristeza y aceptación. Acepto que las cosas no son como me gustaría que fuesen y eso me entristece. Pero las cosas son como tienen que ser, como pueden ser. Aquí cada unx actúa lo mejor que puede.
"El final también es un principio. Sobre todo si estás tú al pasar la página", decía Manu Míguez en un concierto. Y en esas se halla mi mente, tratando de prepararse por si la próxima página está en blanco, en vez de encontrarte de regreso. Pero si es así, es que esto no tenía que ser.
Aceptando...
(y aprendiendo una barbaridad de cosas por el camino).