Este fin de semana por tanto me he acordado de muchas personas a las que no veré hasta el 2010, debido al ajetreo navideño-trabajo y he descubierto que mi memoria me permite almacenar números de teléfono incluso 3 años después de dejar de marcarlos. Lamentablemente para mis amigos, últimamente delegaba en la agenda del móvil ese tipo de funciones.
Así que si hay alguien ofendido por mi silencio, que se desofenda o que me llame.
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