Me siento increíblemente halagada.
De veras.
Hubiera soñado por tener esta situación hace meses... Pero soy otra persona.
Persona en reconstrucción.
En deconstrucción con ánimo de hacer los límites lo suficientemente amplios y sanos para mí misma para no tener que estar reconstruyendo/deconstruyendo controladamente cada cierto tiempo.
Persona en proceso de descubrir quién es realmente.
Por primera vez en mucho tiempo camino hacia un objetivo claro y no quiero salirme de él. Conozco lo demás. Conozco las distracciones y creo que he vivido un número más que razonable de locuras que deseaba experimentar.
Por eso, me siento abrumada. Agradecida. Sorprendida.
¿Es esto la madurez?
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