También, sin que fuera consciente, he cerrado una herida de la que queda una marca en mi piel para recordarme lo que no quiero volver a vivir.
Es sorprendente, pero me gusta más quien soy ahora.
miércoles, septiembre 29, 2010
lunes, septiembre 27, 2010
He regresado a mi trabajo. Me he despertado a las siete, con la misma cara somnolienta, reptando en el pasillo de casa, en el metro, en la calle hasta la oficina.
Como todos los días.
Pero ya no soy la misma. Tampoco podría decir en qué o por qué, pero no soy la misma persona que se marchó el viernes de aquí. He cambiado en algo que en este momento no podría definir o cuantificar.
Procesando.
Como todos los días.
Pero ya no soy la misma. Tampoco podría decir en qué o por qué, pero no soy la misma persona que se marchó el viernes de aquí. He cambiado en algo que en este momento no podría definir o cuantificar.
Procesando.
domingo, septiembre 26, 2010
Creo que aunque intente dormir esta noche, no podré hacerlo. Tumbada en la cama, con la mente agotada pero con la ilusión agitada, trato de poner las ideas en orden.
Este fin de semana he vivido un acontecimiento histórico.
Es más, no es que lo haya vivido, sino que he participado activamente en su planificación, organización y ejecución, con la colaboración de personas maravillosas que han brindado su tiempo y sus ganas a que el acontecimiento fuera perfecto.
Estas Primeras Jornadas de Bisexualidad en España han sido un fantasma amenazante en la lista de por hacer durante meses, pero hasta el primer día no pude comprender el significado de aglutinar a más de cincuenta personas de todos los puntos del mapa. Todos ellos rebosantes de discurso. Todos ellos con ganas de aportar, de pelearse, de aprender.
He escuchado comentarios de "Tenía que estar aquí, no podía perdérmelo" en boca de asistentes con ojos brillantes, con palabras de agradeciimiento continuo.
El momento culmen fue anoche, en una fiesta, revisando el texto de conclusiones clave de las Jornadas con una copa en la mano cada uno de nosotros. De repente fuimos conscientes de que estábamos generando un documento importante, una referencia.
Sí, un precedente.
Jamás había asistido a un momento así. Soy un agente de cambio. Y, hasta hoy, no había sido consciente de ello.
Este fin de semana he vivido un acontecimiento histórico.
Es más, no es que lo haya vivido, sino que he participado activamente en su planificación, organización y ejecución, con la colaboración de personas maravillosas que han brindado su tiempo y sus ganas a que el acontecimiento fuera perfecto.
Estas Primeras Jornadas de Bisexualidad en España han sido un fantasma amenazante en la lista de por hacer durante meses, pero hasta el primer día no pude comprender el significado de aglutinar a más de cincuenta personas de todos los puntos del mapa. Todos ellos rebosantes de discurso. Todos ellos con ganas de aportar, de pelearse, de aprender.
He escuchado comentarios de "Tenía que estar aquí, no podía perdérmelo" en boca de asistentes con ojos brillantes, con palabras de agradeciimiento continuo.
El momento culmen fue anoche, en una fiesta, revisando el texto de conclusiones clave de las Jornadas con una copa en la mano cada uno de nosotros. De repente fuimos conscientes de que estábamos generando un documento importante, una referencia.
Sí, un precedente.
Jamás había asistido a un momento así. Soy un agente de cambio. Y, hasta hoy, no había sido consciente de ello.
jueves, septiembre 23, 2010
miércoles, septiembre 22, 2010
sábado, septiembre 18, 2010
Los discursos identitarios no son necesariamente exclusivos: yo me defino como persona con los problemas de ser mujer, con los problemas que habitualmente acarrean las mujeres lesbianas (ya que mis ultimas relaciones han sido con mujeres) y con los problemas por ser bisexual.
No soy una parte de mis problemas, soy todos.
Por eso mi discurso es inclusivo: tengo en común con el resto de mujeres, con las lesbianas y con los bisexuales.
No soy una parte de mis problemas, soy todos.
Por eso mi discurso es inclusivo: tengo en común con el resto de mujeres, con las lesbianas y con los bisexuales.
viernes, septiembre 17, 2010
miércoles, septiembre 15, 2010
martes, septiembre 14, 2010
lunes, septiembre 13, 2010
domingo, septiembre 12, 2010
Abre la puerta y el viento llena el silencio. Cuatro mil metros de vacío hasta los campos espera ahí abajo. Como no podía ser de otra manera, me pregunto a mí misma quién me mandaría meterme en esta historia, por qué quiero hablar de las locuras en primera persona. Tarde. Paco me sonríe enfrente de mí.
Me veo al borde del abismo, perfectamente sujeta al experimentado monitor. En el aire. A cuatro mil kilómetros del suelo.
Y de repente, vacío. Caer sin fin.
Hasta una velocidad de crucero constante, que agita mi cara, mi ropa, mis músculos. Todo se mueve como si alguien hubiera pulsado el botón de acelerar la realidad y varios minutos se comprimiesen en unos segundos. Me siento morir y ganarle la batalla a la muerte. Me siento libre.
El paracaídas se abre con un sonido sordo que frena la velocidad hasta la calma absoluta. Alguien ha pulsado la tecla de pausa. Entonces me convierto en un pájaro.
- ¿Comprendes por qué los pájaros cantan?- dice el monitor mientras conduce hábilmente el paracaídas entre las nubes.
Ahora si miro al cielo pienso en que ya he estado ahí arriba. Y que no es tan diferente de todo lo que he vivido hasta ahora. Aceleración, calma y aterrizaje.
Estoy saltando en mi propia vida. Y me gusta.
Me veo al borde del abismo, perfectamente sujeta al experimentado monitor. En el aire. A cuatro mil kilómetros del suelo.
Y de repente, vacío. Caer sin fin.
Hasta una velocidad de crucero constante, que agita mi cara, mi ropa, mis músculos. Todo se mueve como si alguien hubiera pulsado el botón de acelerar la realidad y varios minutos se comprimiesen en unos segundos. Me siento morir y ganarle la batalla a la muerte. Me siento libre.
El paracaídas se abre con un sonido sordo que frena la velocidad hasta la calma absoluta. Alguien ha pulsado la tecla de pausa. Entonces me convierto en un pájaro.
- ¿Comprendes por qué los pájaros cantan?- dice el monitor mientras conduce hábilmente el paracaídas entre las nubes.
Ahora si miro al cielo pienso en que ya he estado ahí arriba. Y que no es tan diferente de todo lo que he vivido hasta ahora. Aceleración, calma y aterrizaje.
Estoy saltando en mi propia vida. Y me gusta.
martes, septiembre 07, 2010
Mi viaje a Pamplona de vacaciones comenzó con una animada conversación con una danesa de una islita perdida y un argentino de Patagonia en alemán, inglés y español en el tren. Me convertí en el centro de reservas de una pensión en Pamplona para todos los peregrinos perdidos del viaje.
Hablamos de muchos lugares en los que hemos estado y otros tantos que nos gustaría conocer.
Entonces me di cuenta de que nunca será suficiente el número de viajes, ni el número de personas, ni el número de experiencias vividas. Hambrienta de vida.
Hablamos de muchos lugares en los que hemos estado y otros tantos que nos gustaría conocer.
Entonces me di cuenta de que nunca será suficiente el número de viajes, ni el número de personas, ni el número de experiencias vividas. Hambrienta de vida.
domingo, septiembre 05, 2010
sábado, septiembre 04, 2010
No busques huellas sobre ti aquí, porque no vas a encontrarlas.
Déjame en paz, por favor, no hay nada más que rascar ni en mí, ni en mi entorno, ni en mis amigos...
Invéntate lo que quieras.
Afortunadamente estoy inmunizada. Y me alegro enormemente de la decisión que tomé en su día, ya que soy feliz sin ti.
Déjame en paz, por favor, no hay nada más que rascar ni en mí, ni en mi entorno, ni en mis amigos...
Invéntate lo que quieras.
Afortunadamente estoy inmunizada. Y me alegro enormemente de la decisión que tomé en su día, ya que soy feliz sin ti.
viernes, septiembre 03, 2010
Desayuno mirando al mar, con el sonido de las gaviotas y las olas. La sal en mis labios.
Ultimo día de vacaciones aquí.
La herida cerrada, mi mano intacta, los "podría" guardados en una caja que no voy a abrir nunca mas. Me siento inmune al pasado.
Hay un numero en mi agenda que no volveré a marcar, un blog que no visito, un nombre que solo pronuncio cuando me lo recuerdan.
Tras la llamada de esta mañana, me siento a pensar que hace un mes hubiera rabiado con las mentiras.
Ahora prefiero seguir esta vida tan hermosa que me ha sido concedida sin entretenerme en nada ajeno a mi plan.
Doy un sorbo al café mientras me repito esta ultima frase.
Ultimo día de vacaciones aquí.
La herida cerrada, mi mano intacta, los "podría" guardados en una caja que no voy a abrir nunca mas. Me siento inmune al pasado.
Hay un numero en mi agenda que no volveré a marcar, un blog que no visito, un nombre que solo pronuncio cuando me lo recuerdan.
Tras la llamada de esta mañana, me siento a pensar que hace un mes hubiera rabiado con las mentiras.
Ahora prefiero seguir esta vida tan hermosa que me ha sido concedida sin entretenerme en nada ajeno a mi plan.
Doy un sorbo al café mientras me repito esta ultima frase.
Modo vacaciones on.
Esta isla es una preciosidad. Justo cuando llega el momento de marcharse ya no miro el reloj, ni el correo, ni tampoco se en que día vivo (menos dos para coger el avión de vuelta, menos uno...).
Se que a mi regreso me quedan muchas cuestiones urgentes que solucionar.
Se que me quedan decisiones duras por tomar.
Que el inicio del cambio que comenzó hace unas semanas afectara profundamente a mucho mas de lo que preveía.
Pero aquí estoy.
De vacaciones.
He aprendido una lección dura estos días.
Esta isla es una preciosidad. Justo cuando llega el momento de marcharse ya no miro el reloj, ni el correo, ni tampoco se en que día vivo (menos dos para coger el avión de vuelta, menos uno...).
Se que a mi regreso me quedan muchas cuestiones urgentes que solucionar.
Se que me quedan decisiones duras por tomar.
Que el inicio del cambio que comenzó hace unas semanas afectara profundamente a mucho mas de lo que preveía.
Pero aquí estoy.
De vacaciones.
He aprendido una lección dura estos días.
miércoles, septiembre 01, 2010
Acabábamos de subir del barco tras la primera inmersión. Mientras se entretenían recogiendo el material, uno de los buceadores señalo a lo lejos:
- un tiburón.
Todo el barco se volvió a mirar hacia ese lado.
Entonces vi una imagen que no podré olvidar en mi vida.
He visto un tiburón martillo en libertad.
Y fue hermoso.
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