miércoles, enero 26, 2011

Estoy cabreada. Mucho.
Por personas que hacen promesas y cuentan cuentos y luego para protegerse te cuentan que te están protegiendo. Por la falta de lealtad, honestidad y transparencia. Si quieres solo sexo dímelo abiertamente, no hace falta que me trates mal, ni que repitas mantras de "te quiero" o "me importas" durante meses.
Pero sobre todas las cosas, estoy enfadada conmigo misma.

Por permitir a personas así que se acerquen, les de la confianza máxima y me dinamiten por dentro en momentos en los que debería estar atendiendo a mi familia.

Porque me hacen perder el tiempo, las ganas y sobre todo me están restando fuerzas.

1 comentario:

  1. En el momento en que otra persona no da por ti lo mismo que tu por ella, deja de merecer la pena. Lo primero para que seas feliz eres tu. Mucho animo.

    ResponderEliminar