domingo, abril 03, 2005

Claro que ha merecido la pena este año.
Comencé a escribir para forzarme a cierta rutina, para lograr expresar sentimientos de una manera más o menos obligada.
Y acabé quedando con bloggers, conociendo otras vidas que se abrían al ciberespacio como yo.
Me he sentido consolada, acompañada de voces anónimas que me leen muchos días.

Y ya vale de ñoñerías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario