miércoles, mayo 20, 2009

Es difícil reubicar las sensaciones y emociones en una escala de valores construida a medida, puesto que supone romper con todos los referentes, con todos los objetivos y porqués que a una le han inculcado a lo largo de su vida. Cuesta. Pero al mismo tiempo reconforta, porque si no encajaba en el modelo católico de casarme y tener hijos, puedo generar un nuevo modelo. Para mí. Para las personas que decidan unirse a esta nueva trayectoria. Participar, caminar junto, sobre, bajo, en múltiples preposiciones que hoy poseen nuevos sentidos.

Me permite caminar más libre, más feliz, más segura, más tranquila. Que es como me siento. Relajada. Siento. Pero de una manera diferente. No el amor romántico que me mostraron que debía sentir (ni ganas que tengo).

Es una vulnerabilidad buscada, en la relación contigo. Es una fortaleza enorme, en las relaciones con los demás. Me siento controlada, estable, centrada.

Cada día voy rompiendo este molde que generaron para otra E que no soy yo, cada día construyo un poco más de esta nueva E que soy yo, que no lo soy, que soy a ratos. Es duro generar de cero. Pero nací con vocación de ave fénix.

Sinceramente no tengo muy claro hacia donde camino, pero sé que es el espacio correcto siempre y cuando sea feliz dentro de él. Y eso, sí es mi responsabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario