miércoles, septiembre 01, 2010


Acabábamos de subir del barco tras la primera inmersión. Mientras se entretenían recogiendo el material, uno de los buceadores señalo a lo lejos:
- un tiburón.
Todo el barco se volvió a mirar hacia ese lado.
Entonces vi una imagen que no podré olvidar en mi vida.
He visto un tiburón martillo en libertad.
Y fue hermoso.

1 comentario:

  1. Anónimo1:09 p. m.

    Cualquier ser vivo en libertad es hermoso,y mas aquellos que nos desprenden una adrenalina en particular,la del preligro.Pero no lo son,no más allá que tú y que yo en nuestro mundo,como él en el suyo.Increíbles las curiosidades de estos escualos.=)

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