Llevo muchos años de mi vida peleándome por cosas que nunca suceden. Siempre llegaba un "gran productor" o un "gran manager" que me veía tocando por ahí y me grababa una maqueta. y me hacía cientos de promesas que no se cumplían.
Estudié una carrera en la que primaba otra creatividad e inicié un proyecto (que ya está finalizado) que me llevó tres años de trabajo, tres años de nada más, de vender el coche, de hipotecar mi tiempo... y, por supuesto, apareció un gran productor que quería hacerlo de nuevo, que lo presentó a muchas "personas importantes" a las que conocí. Incluso fui a una fiesta en la que un "director conocido" me reconoció como "joven talento".
Estoy hasta las narices de ser una promesa.
Un año y medio después no me queda nada. he finalizado el proyecto y voy a intentar moverlo, pero ya me he marcado un tope: noviembre.
Si hasta noviembre no sucede nada me retiro. Estudiaré un master que me convierta en uno de los Amos del Universo (como decía el protagonista de "la hoguera de las vanidades"), en uno de esos seres capaces de vivir en una oficina oprimidos por un traje caro y una forma de vida que no incluya el corazón a la hora de tomar decisiones.
Ayer me encontré con una amiga que participó en ese proyecto.
- El mes que viene comienzo un curso de AVID.
- Yo me retiro.- Y no pude evitar sentir una punzadita de envidia, una punzadita de dolor al escuchar sus palabras. Por primera vez, al pronunciar los motivos que me llevaban a retirarme, no me los creí.
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