No quiero dar por sentado nada, ni que nadie interprete lo que yo quiero. Tengo palabras propias, actos propios, que no siempre encajan en las normas de los demás.
Me quiero tanto, que no voy a permitir que se acerquen personas que no saben lo que quieren.
No quiero escuchar palabras vacías.
Lo has conseguido.
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