sábado, febrero 19, 2005

Desaparecen las pastillitas de la mañana y ya disfruto de unas horas de lucidez.
Me comentan amigos que puede que jamás se sepa qué fue, que puede que jamás se repita.
Me lo cuento a mí misma muchas veces al día para creérmelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario