Sonrío. Con la fuerza de mi debilidad. Vivo. Con la consciencia de mi mortalidad. Absorbo aire a bocanadas profundas, contaminadas, pero repletas de oxígeno. Ya no agradezco los segundos, los vivo. Ya no recuerdo, sino que trato de conservar el presente y hacer de mi futuro un pasado mejor.
Muchas gracias a todos los que habéis estado ahí. Conseguísteis la sonrisa. Unos vestidos de payaso, otros escuchando las penas, otros simplemente pasando a saludar. Muchas gracias.
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