Existen dentro de mí innumerables caras. Soy un ser amigable, soy un ser necio, terco, cabezota. Vive indudablemente un conquistador, un vividor, un viajero, un científico, un medidor de palabras, un contador de minutos, un solitario, un inseguro, un generoso, un creador, un mentiroso, un cobarde… Una persona. Un poliedro de tantas caras, de tantas formas, con tantas historias, con un cambio tan constante que supongo que a veces asusta, o preocupa o simplemente sorprende.
Pero lo que más llama la atención, me dicen los extraños que hacen un esfuerzo por conocerme, es la facilidad de acceder a todas ellas.
Así que soy un poliedro accesible. No uno fortificado.
Soy un poliedro irónico. Tantas caras y tan sencillo leerlas todas.
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