viernes, mayo 21, 2004

Me cuenta mi madre que cuando ella se casó, allá por los 70, la situación de la mujer era aún más lamentable de la actual. No sólo había maltrato.
Sino que la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana proclamaba que si el marido quería tener relaciones sexuales con su mujer y a esta no le apetecía, ella debía ceder. Porque negarse era pecado.
¿Cuántas más violaciones de los derechos humanos se han amparado en este siglo en las "interpretaciones" de la Santa Madre Iglesia?

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