martes, mayo 25, 2004

Parece que el mundo se ha confabulado para hacerme un regalo de primavera tardía. El guitarrista pródigo ha vuelto. Vamos a intentar resucitar a Nara, el grupo que jamás se debió disolver.
Nara viene de un relato que Paco, el que se fue a Dublín, leyó en sus años universitarios sobre el eterno retorno.
Haremos honor al nombre.
Siempre hay que marcharse para poder regresar con autoridad.

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