Hay tardes en las que me encierro en casa, apago las luces y enciendo mi equipo de sonido. Me tiro en el sofá como una costra. Todo esto para escuchar una canción cerca de una centena de veces en la tarde, como si esa canción pudiera contener en unos pocos minutos el sentimiento de toda una vida.
Literalmente, dejo de existir.
Mis sentimientos fluyen entre las notas, mi respiración se acompasa con el ritmo de los acordes, descubro muchos otros sentidos de las palabras que otro ser inventó para mi.
Hoy he descubierto "You look so young" de The jayhawks. Nada más pulsar la tecla de inicio de reproducción, esa voz y esa guitarra me han aplastado contra el sofá.
Creo que aún me quedan otras treinta y siete veces para poder salir al mundo exterior.
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