Odio este estado de terror cotidiano en el que vivimos.
Esta tarde iba camino del trabajo en el metro y me encontré la línea cortada, muchísimos policías y seguratas con chaleco reflectante en el que se leía "Seguridad". En Sol, además, nos han hecho cambiar de andén y de tren. Una aparente avería.
Mi novia estuvo hace dos días parada tres cuartos de hora en la estación de Orcasitas por otra avería.
Un compañero de trabajo se ha encontrado esta tarde, a otra hora, cortado el metro entre Marqués de Vadillo y Ópera por otra avería.
Y parece que cortan también a veces la A6 (carretera de La Coruña) por otras averías.
¿Averías de qué? ¿Es que desde el 11 de marzo todas las líneas se estropean, la calzada se agrieta?
¿No tenemos derecho a saber que sucede algo extraño y que la policía está nerviosa? ¿No sería más útil apelar a la colaboración ciudadana, que dio bastantes frutos el mes pasado?
Reconozcamos que es imposible controlar esta situación y que todos esos policías sólo están de cara a la gente.. No vale vigilar una única estación, cuando la red de metro es tan extensa y uno "vuela con el metro". Habría que controlarlas todas. Ponernos un código de barras en la frente para que evaluaran nuestra peligrosidad. Tendrían que cachearnos a todos nada más salir de casa.
Y eso es imposible. De momento sólo sirve como excusa para que unos cuantos gilipollas se sientan importantes cacheando magrebíes.
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